Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz a mi camino. Salmos 105:119 DHH
Muchas veces nos hemos preguntado, por qué caigo en ese mismo pecado, o Dios me libra de uno y caigo rápido en otro. Pero quizás no es la pregunta que deberíamos hacernos, ya que el enemigo nos quiere atormentar con eso. Deberíamos preguntarnos, ¿Qué más debo hacer para apartarme del mal?, ¿o qué deje de hacer para estar en esta situación?
Por un lado, es bueno preocuparnos para no caer en pecado y sentir verdadero arrepentimiento que el Espíritu Santo me lleva a eso. Sin embargo, es mejor tomar consejo de Dios, Él nos dice que su palabra es luz, es vida, es poder y en ella encontraremos la verdad.
La verdad que tenemos no es solo estudiar por estudiar, es escudriñar, es reflexionar y permitir que el Espíritu Santo toque mi entendimiento. Para poder comprender que cuando llegue la tentación me refugio en la palabra de Dios, en sus promesas y en oración con Él.
Entonces, como dice el Salmo 119:105, cuando caemos en pecado es porque estamos más en el peligro de las tentaciones, estamos más en la oscuridad que en la luz. Por eso si la palabra de Dios es mi lámpara (luz), podré ver desde mucho antes cómo salir de la tentación y no caer. No es que la biblia en si me saque del pecado, es tener fe en la palabra de Dios, confiar en el poder de nuestro Dios y en sus promesas.